Llevo muchos meses luchando con la ansiedad, depresión y angustia.
Poco a poco he visto retroceder mi vida y estancarse en lugares donde la enfermedad, la soledad y el arrepentimiento deambulan para hacer mofa a lo que soy.
Empezó cuando… supongo que desde siempre, en mayor o menor medida:
- desde un embarazo difícil de mi mamá
- crecer con mis abuelos o con esporádicos vestigios de mis papás juntos
- la tristeza de estar aquí pero luego no
- colegios cambiantes, compañeros que poco fueron amigos, el rarito, el inteligente, el asocial, el gay, el ateo, el que vivía lejos
Hasta esa sensación de desesperanza en un cuarto solo con una luz anaranjada todas las tardes. Lamentaciones.
Lo último fue no poder dormir bien lidiando con seis perritos, y con la sensación tan triste de saber que debía desprenderme de todos (aunque menos mal no fue así… aunque el dolor quedó ahí)
Y también lo ha sido la impotencia por Gaza, por Palestina, por los cambios frustrados. Se suma mucha fragilidad en mí cuando no tengo compañía.
Hoy me cuesta caminar más de una cuadra de la casa, ir a la tienda o al supermercado, o a la cinemateca.
A veces me angustio solo en la misma casa, sintiendo que todo se termina en una taquicardia, o algún dolor, o alguna sofocación.
Este cartelito creo que lo resume bien:
Por eso quisiera pedir disculpas si no me presento en algún evento, si no voy a los lugares donde solía estar, o si no puedo avanzar más pronto… aunque lo intento el mundo se me agolpa y me derrumbo: tengo tanto por perder, tanto que echo de menos.
- Ariel
