«Y no quiero que mi vida se vuelva un caos en un segundo, pero siento demasiada presión de muchos lados.»

Vivir solo, estar pendiente de mí mismo, desayuno a la cena, del orden a la limpieza.

Rechazar llamada entrante de mi papá, no poder resolver lo que no controlo. Desapego y decepción. Evitar lastimar y lastimarme.

Escasez de medicamentos, caos financiero y permeables desavenencias políticas locales... 

Mantener el amor, con sexo, con gracia y afecto, sin ver dar más pasos para materializar un futuro, con la apuesta solo de un próximo concierto o un próximo viaje, euforia de memes y de lo que no se tiene.

Contrato terminado para arrendar el pedazo de mundo que habito, con facturas por pagar, con el ímpetu de la sra cacera por no "salir con un chorro de babas".

Agradar, divertir, controversiar, fotografiar, y demás verbos en infinitivo a lo largo de una jornada que llene y permita crear añoranzas. 

Mi perra... Todo, demasiado.