Y encontré que tiene la voz de coche más tranquila y serena.
Y de ella, preci[o]sas palabras desde labios como Montes de María, entre chepacorinas y cocadas de una semana por comer.

Los ojos, delineados con mil historias, incansables de sonreír y de hablar.
Y de hablar hasta misterios cuando giran a otro lugar, cuando suben a recordar, cuando bajan a imaginar.

¡Que tiene los dedos completos! Y qué privilegio entenderlos con los míos... recordar que son más dóciles y más fuertes que los que tengo es empezar a comprender su todo y lo que transmite.

También sueños tempranos, despertadas de sol y ¡por primera vez! Abrazos de trigo 🌾; esos escritos que, con la imaginación, llegan. Que al final palabritas como Política, ojos celestes, ropa de tía, hacen fascinar.