"Esas deben salir de ti"
Pero, ¿Si ya no hay ganas y ya no se siente más nada con uno?
Las terapias lo dicen: te necesitas primero, hállese, ame antes a su vida... pero y... eso es difícil.
A veces espero que el seguro de lo que se supone vale mi vida sirva para mi mamá. De veras que no me perdono muchas cosas, pero ella ha sido lo primero, no me perdono tantas tonterías por las que la he hecho enojar, ni alcanzo a saber qué gran fuerza hizo para tenerme. No quiero verla preocuparse por dinero, me entristece que eso que jamás ha sido vital acabe su tranquilidad y mis trabajo y mi vida no sirvan para ayudarle con tantas responsabilidades.
Dejaría mi rutina por escribir historias con mi papá o hablar millón de cómo arreglar el mundo. Me perdí sus consejos más sabios, me perdí aprender su método palmer para copiar su caligrafía perfecta, me perdí aprender a dibujar, pintar y enseñar como sólo él sabe. No podría recordar la música sino aquella que ha venido primero de sus casetes y LPs.
Frustro mi cabeza en concatenar lo que mi hermano es junto con quién podría ser, yo quisiera que continuara lo que mi tío Ventura fue, que amara la biología y los animales, pero es todo confuso. Ganas me dan de ayudarle pero es que la vida siempre nos arrastra temprano al mundo cruel, es mejor que vaya lento.
Ganas es que la visita vaya el sábado a la empresa, pedir disculpas a las cosas que he dejado pendiente, terminar por hacer la fotografía para la expo, cubrir el corto, pensar en gallito, huir del trabajo lavado en mierda, desaparecer de la oscuridad, curar mis irresponsabilidades, ver las estrellas sin avergonzarme, respirar sin pensar en el tiempo, estar en el mar... llorar riéndome, hasta que duela la barriga, sentirme feliz con Welcome Home, no olvidar lo que fui amando a Jaili, esperar que los días huelan a nucita y exploten como maíz pira, besar un cachete de Linita, sacarle la lengua a la pescada lejana, abrazar a Alejita hasta que se me olvide que respirar es necesario o molerme la cabeza por no decirle algo tonto al montañero de Juan.
Pero, ¿Si ya no hay ganas y ya no se siente más nada con uno?
Las terapias lo dicen: te necesitas primero, hállese, ame antes a su vida... pero y... eso es difícil.
A veces espero que el seguro de lo que se supone vale mi vida sirva para mi mamá. De veras que no me perdono muchas cosas, pero ella ha sido lo primero, no me perdono tantas tonterías por las que la he hecho enojar, ni alcanzo a saber qué gran fuerza hizo para tenerme. No quiero verla preocuparse por dinero, me entristece que eso que jamás ha sido vital acabe su tranquilidad y mis trabajo y mi vida no sirvan para ayudarle con tantas responsabilidades.
Dejaría mi rutina por escribir historias con mi papá o hablar millón de cómo arreglar el mundo. Me perdí sus consejos más sabios, me perdí aprender su método palmer para copiar su caligrafía perfecta, me perdí aprender a dibujar, pintar y enseñar como sólo él sabe. No podría recordar la música sino aquella que ha venido primero de sus casetes y LPs.
Frustro mi cabeza en concatenar lo que mi hermano es junto con quién podría ser, yo quisiera que continuara lo que mi tío Ventura fue, que amara la biología y los animales, pero es todo confuso. Ganas me dan de ayudarle pero es que la vida siempre nos arrastra temprano al mundo cruel, es mejor que vaya lento.
Ganas es que la visita vaya el sábado a la empresa, pedir disculpas a las cosas que he dejado pendiente, terminar por hacer la fotografía para la expo, cubrir el corto, pensar en gallito, huir del trabajo lavado en mierda, desaparecer de la oscuridad, curar mis irresponsabilidades, ver las estrellas sin avergonzarme, respirar sin pensar en el tiempo, estar en el mar... llorar riéndome, hasta que duela la barriga, sentirme feliz con Welcome Home, no olvidar lo que fui amando a Jaili, esperar que los días huelan a nucita y exploten como maíz pira, besar un cachete de Linita, sacarle la lengua a la pescada lejana, abrazar a Alejita hasta que se me olvide que respirar es necesario o molerme la cabeza por no decirle algo tonto al montañero de Juan.