...y sé que el odio no se vale, ni el rencor, los sentimientos en contra de los otros, pero qué más da, es naturaleza "humana".
Odio.
Odio muchas cosas hoy, me amargan y me entristecen.
Odio, para empezar por lo absurdo, que no conozcan que Buda explotó por vergüenza, que Dogville, que El sueño de Valentín y que Quiéreme si te atreves son lecciones extraviadas imprescindibles para entender el vivir.
que las personas que uno valora como amigos le hagan la mala a uno por sus convicciones, como ella que no quiere hablar de los gaticos de Pomba porque nunca estuvo de acuerdo con que la dejara embarazar. Y lo dice desalmada y secamente. Si a mi me quisieran como yo la quiero a ella no fuera así. Tampoco entenderé, y creo eso es lo que odio, no entender, porque a uno le toca comprender esas decisiones para no parecer un injusto que no respeta los derechos de "no hablar".
Odio cosas del lugar donde trabajo. No odio mi trabajo, menos las personas con las que trabajo, ya a esas no, ya las valoro tal cual son, algo se aprende. Odio las actitudes infantiles, las groserías que uno no quiere escuchar de quién uno sabe que en el fondo no es genuino ni sincero. Odio esas ínfulas de grandezas que desembocan en desagradecimientos. La arrogancia y desfachatez de segregar y estratificar a las personas, vivo ahí rodeado de ambientes donde no hay muchas dichas que digamos. Odio las imposiciones y que las cosas que uno sea no valgan más que las opiniones tergiversadas, obvias y ricas en subjetividades y en que todas traduzcan en menos oportunidades y en menos justicia. Odio haberme puesto una mentalidad de paz y tropezar con las cargas negativas de los demás, ser sincero apaciguador y objetivamente sensible me hace bien pero duele que no haya más que palabras hirientes.
Odio que no haya más para compartir en esta infeliz sociedad que celulares, comida importada, vallenato, reguetón y cristianismo. Ya todo suena igual, sabe igual, todos van buscando las mismas felicidades, y eso, siendo respetable, me da nauseas existenciales, no sé a donde huir.
[Silencio]
Odio terminar por empezar a recordar cuan larga puede ser la lista de este escrito si no llego a parar de pensar, iré a respirar. Iré a olvidar, si la vida es tan corta y maravillosa, qué más da decir lo que ya no va.
"... es que ahora voy a cantar hasta que se agote mi tiempo"
Odio.
Odio muchas cosas hoy, me amargan y me entristecen.
Odio, para empezar por lo absurdo, que no conozcan que Buda explotó por vergüenza, que Dogville, que El sueño de Valentín y que Quiéreme si te atreves son lecciones extraviadas imprescindibles para entender el vivir.
que las personas que uno valora como amigos le hagan la mala a uno por sus convicciones, como ella que no quiere hablar de los gaticos de Pomba porque nunca estuvo de acuerdo con que la dejara embarazar. Y lo dice desalmada y secamente. Si a mi me quisieran como yo la quiero a ella no fuera así. Tampoco entenderé, y creo eso es lo que odio, no entender, porque a uno le toca comprender esas decisiones para no parecer un injusto que no respeta los derechos de "no hablar".
Odio cosas del lugar donde trabajo. No odio mi trabajo, menos las personas con las que trabajo, ya a esas no, ya las valoro tal cual son, algo se aprende. Odio las actitudes infantiles, las groserías que uno no quiere escuchar de quién uno sabe que en el fondo no es genuino ni sincero. Odio esas ínfulas de grandezas que desembocan en desagradecimientos. La arrogancia y desfachatez de segregar y estratificar a las personas, vivo ahí rodeado de ambientes donde no hay muchas dichas que digamos. Odio las imposiciones y que las cosas que uno sea no valgan más que las opiniones tergiversadas, obvias y ricas en subjetividades y en que todas traduzcan en menos oportunidades y en menos justicia. Odio haberme puesto una mentalidad de paz y tropezar con las cargas negativas de los demás, ser sincero apaciguador y objetivamente sensible me hace bien pero duele que no haya más que palabras hirientes.
Odio que no haya más para compartir en esta infeliz sociedad que celulares, comida importada, vallenato, reguetón y cristianismo. Ya todo suena igual, sabe igual, todos van buscando las mismas felicidades, y eso, siendo respetable, me da nauseas existenciales, no sé a donde huir.
[Silencio]
Odio terminar por empezar a recordar cuan larga puede ser la lista de este escrito si no llego a parar de pensar, iré a respirar. Iré a olvidar, si la vida es tan corta y maravillosa, qué más da decir lo que ya no va.
"... es que ahora voy a cantar hasta que se agote mi tiempo"
