Mientras veo tus ojos cerrados y en silencio todo,
con un frío sepulcral subiendo desde los dedos hasta mi garganta,
me congelo perplejo ante el descontento de no saber qué pasa dentro tuyo;
qué más quisieras de mí, si va todo bien, si es una ilusión de tiempos cortos...

Te levanto, mientras molesto ansío algo de calor.
Sin embargo, rompo en alegría cuando sólo sonríes
y te abrazo fuerte esperando que sientas mi corazón acelerado de emoción;
de ese inocuo y apacible instante de rozar tu piel.

Es como cuando te beso, no puedo hacerlo sin tocarte,
sin recorrer entre mis ansías y deseos lentamente cada instante de tu boca,
descubriéndola, reconociéndola, adueñándome de ella...,
al compás sonoro que se escucha al tocar tus finos cabellos,
mezclado en la felicidad de palpar tus mejillas
y subir... comprobar que tus ojos cerrados si sumergen más allá de lo físico.

Imposible huir. Sólo me refugio en mi consuelo
mientras no pierdo un instante de tus silencios con mi mirada.
Siento que estás y desapareces, que vuelves pero no estás,
y todo termina en un gesto de necesidad pura que te lanzo,
... en cuanto espero que mi boca no diga algo torpe ni tonto
que pueda quebrar tan delicado objeto de sentimiento sencillo.

Haber tenido toda la oportunidad de hacerme escuchar, de reclamar
de exigir aún más, sólo da más pie para resbalar a cualquier cosa que me pidas.
Te abrazo, te toco, te sonrío, te miro y nada más.
La zozobra de saber el partir, lo que se avecina, me quita las ganas de todo,
hace que más que aclarar intransigencias mentales de deseos y esperanzas,
sólo quiera zambullirme en el tiempo que queda y aprovecharlo contigo.

Tras pensar en ello, cuando las luces empiezan a apagarse,
y ni el viento da un respiro de vida,
sólo me hallo entre los abrazos aplazados y promesas vanas de un encuentro furtivo...
entre las ganas de tenerte y a la vez no...
de ver sombras volar al cielo con luego colores brillantes que me opacan y te arrastran,
te llevan y te desaparecen sin la sinceridad de un adiós,
sin la sinceridad toda que te doy,
de los instantes mágicos que paso y ansío seguir pasando contigo.