El olor y las texturas viven inconscientes entre los momentos perdidos. La simplicidad de lo nuevo no es, ni siquiera intentarlo o copiarlo puede, sustituir las alegrías de una tontería, aparente, del pasado y de lo viejo.

Un olor a alcohol viejo me remota a 'ron compuesto'. Me transporta a alivios, a la curiosidad de los ingredientes, a las figuras de madera...

Una zanahoria apenas virgen para pelar intenta buscar un palillo que la convierta en el caballo del libro de dibujos...

Un talco impalpable, en el momento justo se mezcla con un olor femenino para vilmente creer ser aquel polvo de envase rosa guardado con recelo entre un escaparate alto y ahora viejo...

Un vaso metálico entre sus rayas impide que un rastro de leche se disuelva... Seguro faltaba poco más de aquella cola en granitos, de aquella cucharita, de aquel batir...

Mis recuerdos son un juego oculto de experiencias. De cosas pequeñas que trascienden, de sutilezas.

Entre recuerdos vivo las alegrías y lo que intento mantener por siempre, cuando se nada en la nada de un ahora lleno de ausencias.