THE SANDPIPER
(Castillos en la Arena, Almas en conflicto)


Con: Elizabeth Taylor, Richard Burton, Eva Marie Saint, Charles Bronson.
Dirigida por: Vincente Minnelli
País: Estados Unidos
Año: 1965

Antes de hablar de la película cabe aclarar que "Sandpiper" es un pajarito playero que parecen pescadores cuando buscan sus alimentos.

The Sandpiper es una película que tuve el placer de ver con mi mamá a quien invité a que me acompañara por andar disgustados. Nos tocó verla en una incómoda plaza (bien adelante en la cinemateca) por llegar tarde y por el buen público asistente. Sin embargo, cuando la película te sumerge dentro de la misma se te olvida que tan incómodo es donde la estás viendo.

Es una película bellísima. Para empezar porque trata temas importantes para mí, temas en los que me siento identificado y por los que muchas veces lucho: el libre pensamiento, el arte, la naturaleza y la educación.

Elizabeth, en su etapa más delicada y hermosa, representa a Laura Reynolds, una no creyente (naturista como se definió el personaje ante el pastor), sensible al arte (dibuja y pinta), amante de la naturaleza (hasta el punto de vivir en una casa ecológicamente sostenible, en la ladera de una montaña cerca al mar), con un carácter bien fuerte, unos ideales pacifistas y una inteligencia que esta al nivel de su belleza.

Con esta película aprendí, entre otras cosas, el fuerte lazo que existía entre Elizabeth y Burton. Se notaba el amor desde la primera escena en el colegio, y creo que esa intensidad de ambos personajes por un amor difícil, imposible bajo las leyes morales de la época, bajo las convicciones y creencias de él, bajo las condiciones sociales a las que ya estaban sometidos... a pesar de ello... se notaba en gran medida.

Y... no era de esperarse que me la pasara sonriendo en la película, las frases de Laura Reynolds y sus amigos artistas que ponían la libertad, el arte y la simplicidad de la vida sobre cualquier valor que viniera de una clarividencia celestial eran muy jocosas. Además, las pinturas y dibujos eran de muy buena calidad, fiel a la realidad (no digo que el arte abstracto, surrealista y demás no sea de calidad...) debió ser una tarea artística grande para complementar el film. Y que decir de los paisajes: playas eternas, el Big Sur, el puente Bixby...

Sólo tengo para concluir que es una película cargada de sentimientos encontrados, con enseñanzas sobre el arte, la vida, la sinceridad y sobre todo la libertad, inmensas. Con una Elizabeth Taylor y un Richard Burton expresando el amor que tenían fuera de la pantalla una vez más y de qué forma dentro. Una excusa para ver los hermosos ojos violeta y lo mejor del cine clásico.