Swimming Pool
(La Piscina)
2003 - Francia/Reino Unido
Dirección: François Ozon
Con: Charlotte Rampling (Sarah Morton), Ludivine Sagnier (Julie), Charles Dance (John Bosload), Marc Fayolle (Marcel), Jean-Marie Lamour (Franck), Mireille Mossé (Hija de Marcel), Lauren Farrow (Julia), Sebastian Harcombe (Terry).
Con: Charlotte Rampling (Sarah Morton), Ludivine Sagnier (Julie), Charles Dance (John Bosload), Marc Fayolle (Marcel), Jean-Marie Lamour (Franck), Mireille Mossé (Hija de Marcel), Lauren Farrow (Julia), Sebastian Harcombe (Terry).
Swimming Pool es una fascinante película que juega con nuestra mente, la mayoría cosas que creemos o esperamos que sean, no son.
Esa es a grandes rasgos la razón por la que a pesar de verla un día en un canal nacional me motivó a bajarla y tenerla con las obras maestras en mi colección. Es sencilla, bien hecha, limpia en todo aspecto (me refiero a una fotografía con lo necesario, nada barroco, bien iluminada, ensoñadora...)... de esas que te hacen querer ver más, así no sea nada más importante.
Como toda película francesa ya tiene un terreno ganado en mis gustos, pero ver por tercera ver a Ludivine en un film (al principio no sabía que era ella por lo joven que estaba) y de tan buena calidad me alegró y me ganó la atención mucho más.
Además, reconozco que conocer a la señora actriz Charlotte Rampling por primera vez me ha hecho lamentarme de no haberla conocido o visto antes... cualquiera se estremece... y más, al ver que su papel de escritora seria con tanta imaginación y tanta locura misma lo encarna a la perfección.
La película es esa que hay que ver cuando se necesita despejar la mente, analizar más allá las cosas, los problemas... o simplemente cuando se quiera sorprender un poco con temas aunque clásicos y algo triviales- enredados, aunque bien estructurados.
Sin más, les dejo mis capturas de los mejores momentos (click en la imagen para ampliar), las tomas de ese verano eterno me eclipsaron:
Esa es a grandes rasgos la razón por la que a pesar de verla un día en un canal nacional me motivó a bajarla y tenerla con las obras maestras en mi colección. Es sencilla, bien hecha, limpia en todo aspecto (me refiero a una fotografía con lo necesario, nada barroco, bien iluminada, ensoñadora...)... de esas que te hacen querer ver más, así no sea nada más importante.
Como toda película francesa ya tiene un terreno ganado en mis gustos, pero ver por tercera ver a Ludivine en un film (al principio no sabía que era ella por lo joven que estaba) y de tan buena calidad me alegró y me ganó la atención mucho más.
Además, reconozco que conocer a la señora actriz Charlotte Rampling por primera vez me ha hecho lamentarme de no haberla conocido o visto antes... cualquiera se estremece... y más, al ver que su papel de escritora seria con tanta imaginación y tanta locura misma lo encarna a la perfección.
La película es esa que hay que ver cuando se necesita despejar la mente, analizar más allá las cosas, los problemas... o simplemente cuando se quiera sorprender un poco con temas aunque clásicos y algo triviales- enredados, aunque bien estructurados.
Sin más, les dejo mis capturas de los mejores momentos (click en la imagen para ampliar), las tomas de ese verano eterno me eclipsaron:

