Hace poco charlaba con una amiga sobre algunos sentimientos. Entre ellos el amor.
Dentro de la larga pero interesante discusión, la postura de 'en el amor somos muy egoístas, esperamos recibir lo que damos', mucho tuve para pensar. Y terminé con una fuerte idea, el amor implica que lo que damos tenga un grado de respuesta.
Sí, asi como dice Mraz y Sariñana en Lucky ''sólo hay un tú y yo, las promesas de los dos, te esperaré... aquí estaré... lo sé...'' y más explícita no puede estar mi idea. Esas cosas, actos o silencios que damos, deben tener una repercusión así sea pequeña, con ello aseguramos que lo que damos se está recibiendo y que lo estamos haciendo bien.
Después de unos días he pensado que una de las formas de demostrar amor, o afecto en algún grado, es preocupándose. El sólo hecho de preocuparse ya trae consigo sentimientos de estimación, de querer ver mejor a la otra-s personas, la necesidad de aportar algo, actuar, llenar, estar allí...
Sin embargo, mostrar una preocupación, o más bien decir sin decoro y simpatía, sumándo la falta de tacto y acertividad, los que nos preocupa de quienes sentimos afecto puede ser un gran error. Uno tan grande como el pretender cambiar a las otras personas.
A pesar de ello, y confesando que en ello erre, debo admitir que es mucho peor saber que la razón misma de lo que uno llega a preocuparse puede desviarse y ni siquiera dársele el valor que se merece.
Es allí cuando entonces, entran otros aspectos del amor a nivelar, a hacer una pausa y a ponernos a sopesar. Como el aspecto de la rebeldía por los detalles y la locura sin control.
Y, sin una buena coartada, sin una buena respuesta, todo puede caer desnivelado, corriendo con la suerte, o no, de dejar todo.
Todo puede sintetizarse en el amor que tenemos es el amor que damos... En el amor que inventamos y reinventamos... En los sentimientos de aprecio máximo como el de Adiós...
Lo cierto es que todo permite ver nuevos caminos, somos inmensamente pequeños viviendo un instante corto de tiempo, la vida se acaba cuando queremos que se acabe, se detiene o desacelera cuando lo queramos, pero sí que no cuando desiemos se nos extenderá...
Dar amor, sonrisas verdaderas, aprecio y preocupación puede ser tan fácil como complicado, la forma es importante, los detalles implícitos también, todo cuando damos es valioso, tanto como las respuestas, positivas o no, interesadas... respuestas que pueden ser silenciosas, de menor tamaño, de mayor complejidad... es un juego donde hay mucho que perder, mucho por ganar, y muchas decisiones que tomar.
Finalmente, y a estilo de advertencia o de letrerito de caution, el título es parte de una canción de Axel y... esto, es algo que pensé hoy, o en estos días, algo que muy subjetivo... estos temas se prestan para todo, incluso, como sé que pasará, para cambiar y cambiar, y terminar pensando otras cosas. Desde el celular no es muy fácil ver como va quedando todo, o si hay cosas dichas de más u omitidas, todo por amor, a amor eh, a pasar un buen rato escribiendo una gran Pendejada. :)