Soy propenso a desmotivarme rápido, a cansar a los demás y a borrar lo hecho y lo pensado.

Debo dinero y no puedo salir de la cómoda para muchos, pero agobiante cárcel del día a día. Necesito ayudar a mi familia y de eso se trata la vida cuando se crece, retribuir la felicidad y compensar la vida recibida.

He dejado tantas personas, por mi enfermedad, por mi locura, por mi falta de madurez que pensar en ser amigo, familiar o enamorado es una fábula horrorosa.

No tengo ganas de muchas cosas excepto de ir a la Cinemateca, hablar de injusticias, hojas y Caribe. No tengo fuerzas para pelear solo en un mundo donde los demás prefieren dejarse llevar.

De eso me vanaglorio de estar tristemente lleno. Radical Face suena en mi mente mientras pienso que no debería estar escribiendo esto... Es todo.